Tras caminar varias horas en bus o a pies decenas de migrantes hondureños llegaron al puesto fronterizo de Agua Caliente. Los cuales permanecieron por varias horas esperando pasar hacia Guatemala. Mientras que fuerzas de seguridad de Honduras buscaban impedir que este nuevo grupo de migrantes saliera de su país con rumbo a Estados Unidos. Por su parte, Guatemala reforzó su frontera con agentes de la policía nacional civil para ordenar el ingreso de quienes con documento en mano podían hacerlo.
La desesperación por lo tardado del trámite migratorio en la frontera llevó a este grupo de migrantes a violentar su ingreso por el puerto fronterizo. Las autoridades guatemaltecas poco pudieron hacer para evitar que el grueso número de migrantes hondureños se trasladaran a territorio nacional. En algunos casos, los migrantes, corrían por la frontera para tratar de abordar una camioneta que los trajera hacia la capital guatemalteca o bien que no se les detuviera por parte de los policías nacionales.
La más reciente caravana inicia en momentos en que Trump intenta convencer a la ciudadanía estadounidense de la existencia de una “crisis” en la frontera con México para justificar la construcción de un muro entre ambos países, uno de sus antiguos compromisos. La exigencia de Trump de que se concedan miles de millones de dólares para la construcción del muro ha derivado en una inacción en el Congreso y en un cierre parcial del gobierno.
“Otra caravana numerosa se dirige hacia nuestra frontera sur desde Honduras. Díganle a Nancy y Chuck que un dron que vuele la zona no los detendrá. Solo un Muro lo hará”, tuiteó Trump el martes en referencia a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y al líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
No es la primera vez que Trump aprovecha las caravanas de migrantes para dar realce a sus posturas políticas.
En la caravana anterior, unos 6.000 centroamericanos llegaron a la ciudad mexicana de Tijuana, al otro lado de San Diego, California, una zona donde se extiende una amplia valla fronteriza.
Las autoridades mexicanas afirman que unos 1.300 migrantes de la caravana primera caravana regresaron a Centroamérica. El resto permanece en México o han cruzado hacia Estados Unidos. México ha entregado unas 2.900 visas humanitarias a miembros de la caravana anterior.
Los migrantes que abandonan la región del Triángulo Norte de Centroamérica dicen con frecuencia que la pobreza y la violencia son las causas por las que abandonan sus lugares de origen.