Colombia está presionando a Cuba para que entregue a los líderes de la última guerrilla de la nación sudamericana que habían estado en la isla para las conversaciones de paz que han sido frenadas por un ataque que dejó 21 muertos y decenas de heridos en una academia de policía.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia se atribuyó la madrugada del lunes la autoría del ataque con un carro bomba contra la academia General Santander en Bogotá, diciendo que fue una respuesta legítima al bombardeo por parte de las fuerzas armadas contra un campamento de la guerrilla durante el recién concluido alto el fuego unilateral declarado por los rebeldes durante la Navidad.
“Es lícita dentro del derecho de la guerra”, dijo la guerrilla en una declaración. “No hubo ninguna víctima no combatiente”.
El Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, respondió horas más tarde exhortando a Cuba, anfitrión de las negociaciones de paz que comenzaron durante el previo gobierno colombiano, a capturar a los líderes del grupo, advirtiendo que no hacerlo violaría acuerdos internacionales.
“El ELN tuvo una gran oportunidad para mostrar su voluntad de paz y no lo hizo” dijo Ceballos en una conferencia de prensa.
El presidente Iván Duque le pidió a Cuba que arreste a los 10 comandantes rebeldes que han estado viviendo en la isla con su permiso con la esperanza de impulsar las estancadas negociaciones de paz. Cuba, que condenó el ataque, respondió que estaba obligada a seguir el protocolo usado por el predecesor de Duque, Juan Manuel Santos, permitiendo a los negociadores dejar la isla en caso de una ruptura de las negociaciones.
“Cuba jamás ha permitido ni permitirá que su territorio sea usado para la organización de actos terroristas contra ningún Estado”, escribió el canciller cubano Bruno Rodríguez en Twitter. “Cuba ha cumplido estrictamente su papel como Garante y Sede Alternativa de la Mesa de Diálogos de Colombia entre el Gobierno y el ELN”.