Este 26 de enero se conmemora a nivel mundial, el día de la Educación Ambiental, y Guatemala se adhiere a las acciones globales que busca establecer un desarrollo sostenible que garantice un medio ambiente de calidad a generaciones actuales y futuras.
Desde al año pasado, el Ministerio de Educación otorgó al Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), la Acreditación y Certificación del programa “Educación para la Conservación de las Áreas Protegidas y la Diversidad Biológica” -EDUCONAP-, (resolución 514-2018) que tendrá una duración de 5 años. Período en cual la Dirección de Educación para el Desarrollo Sostenible, en coordinación con otras dependencias del CONAP, contribuirá a fortalecer la educación ambiental en materia de áreas protegidas y diversidad biológica en los centros educativos de nivel primario. El proceso de certificar el programa EDUCONAP inició en marzo del año pasado y concluyó en diciembre con la acreditación y certificación.
El programa fue aprobado a nivel nacional, dando prioridad a los establecimientos que se encuentran dentro o en áreas de influencia del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (SIGAP) y en otros sitios de interés para la conservación de la diversidad biológica. Este programa apoyará el trabajo de docentes, elaborando materiales de apoyo entre los que se encuentran una guía de implementación del programa y un kit educativo. La capacitación, asistencia técnica y monitoreo estará a cargo del CONAP, quien finalmente evaluará el proceso para otorgar un reconocimiento a los establecimientos, integrándolos a la Red EDUCONAP, por su valiosa contribución al desarrollo sostenible.
La cultura medio ambientalista surgió en la década de los 80´s, con el objetivo de evidenciar los daños que el planeta comenzaba a resentir. En esa línea, también era un punto importante comenzar a implementar acciones para frenar de alguna manera el cambio climático y otros fenómenos que a la fecha continúan afectando al mundo entero.
En Guatemala, mas de 4 municipios se han unido a la lucha contra el plástico y el duroport. Recientemente fue el caso de Santa Catarina Pinula, quien ha prohibido el uso de pajillas, bolsas plásticas y productos de duroport, instando a sus pobladores a recurrir a opciones ecológicas.
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