El Congreso de la República, aprobó en tercera lectura el préstamo otorgado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento BIRF, por un monto de 100 millones de dólares, equivalente a unos 800 millones de quetzales. Sin embargo, este se entrampó cuando se entró a conocer artículo por artículo y se llegó a quien debía ejecutar los fondos. Inicialmente, los encargados eran el Ministro de desarrollo social y el Ministerio de Salud. Sin embargo hay una modificación que pretende que solo sea la cartera de salud y la Sesan. Esto ha provocado falta de consensos, tanto, que la Junta Directiva optó por finalizar la sesión plenaria de este lunes.
El préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento BIRF, será destinado al proyecto Crecer Sano cuyo objetivo es combatir la desnutrición crónica en aquellos lugares donde alcanza el 70 por ciento. Se pondrá catención especial a los primeros mil días de vida de los menores. El programa será implementado en los departamentos de Alta Verapaz, Chiquimula, Huehuetenango, Quiché, San Marcos, Sololá y Totonicapán.
El Congreso tiene hasta el 20 de marzo de este año para aprobar el préstamo. De lo contrario, el Banco Mundial lo retirará. En realidad, el plazo vencía en noviembre, pero el Estado pidió un aplazamiento que se le otorgó. El estado pagará el financiamiento de US$100 millones del BIRF en un plazo de 33 años con periodo de gracia de seis años. El acuerdo también incluye la donación de US$9 millones para reducir intereses o cargos del préstamo.