Con un equipo que armado de emergencia en pocos días, Panamá se impuso 3-1 a Cuba el domingo en la final de la Serie del Caribe de béisbol para sumar su segundo título del certamen.
En su retorno como invitado de último momento al torneo, el equipo panameño Toros de Herrera se impuso a Cuba y sus debutantes Leñadores de Las Tunas, para darle a los locales un cetro que no ganaban desde 1950, cuando se coronaron con los Yankees de Carta Vieja, otrora cuadro integrado mayormente por peloteros estadounidenses profesionales.
De paso, Cuba vio cortada su racha ganadora en Panamá. Los cubanos se habían coronado las tres veces que este país organizó el torneo en 1952, 1956 y 1960.
Esta victoria añade más brillo a un año inolvidable para el béisbol panameño. Mariano Rivera se convirtió en el primer jugador en ser elegido por unánime al Salón de la Fama en enero. Rivera presenció la jornada inaugural del torneo.
Panamá no jugaba el torneo desde 1960 y, a pesar de haberse consagrado campeón de 2019, queda por resolverse si disputará la edición del próximo año, prevista a celebrarse en San Juan, Puerto Rico. La final estuvo antecedida por el malestar de Panamá, al enterarse hace poco que los finalistas, por ser invitados, no recibirán premios en efectivo.
Panamá llegó a la final tras dejar en el camino en su zona a República Dominicana y Puerto Rico, este último ganador de las dos últimas ediciones de la serie con los Criollos de Caguas.