Estados Unidos y Polonia patrocinan a partir del miércoles una conferencia sobre el Medio Oriente en medio de gran incertidumbre sobre cuáles son sus objetivos y qué se logrará de ella.
Inicialmente el cónclave fue promocionado como un foro sobre Irán, pero luego se incluyeron temas como el conflicto israelí-palestino, la lucha contra el grupo Estado Islámic, y las crisis en Siria y Yemen.
El cambio se debe entre otras razones a que muchos de los participantes son países europeos que se oponen a la decisión estadounidense de abandonar el acuerdo nuclear con Irán y que están tratando de salvar el pacto.
Sin embargo, la agenda no menciona medida específica alguna que vendría como resultado del foro aparte de la creación de “comités de seguimiento” y muchos de los aproximadamente 60 países participantes enviarán representantes por debajo del rango ministerial.
Si bien asistirán el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, el vicepresidente estadounidense Mike Pence y el secretario de Estado Mike Pompeo, al igual que sus pares de algunas naciones árabes, Francia y Alemania están enviando emisarios por debajo del rango ministerial, y la comisionada de relaciones exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini, no asistirá.
Rusia y China se negaron a participar y los palestinos no solo estarán ausentes sino que han pedido a los demás boicotear el evento. Irán, que esta semana celebra el 40mo aniversario de su Revolución Islámica, ha tildado el foro de “un circo”.