El Congreso de Estados Unidos parecía a punto de llegar a un desenlace inusualmente bipartidista de su ruidoso enfrentamiento con Donald Trump, mientras los legisladores se preparan para aprobar un acuerdo sobre la seguridad fronteriza que provee una mínima fracción del dinero que pedía el presidente para el muro con México, un pacto con el que se busca evitar un nuevo cierre del gobierno.
Con la firma renuente de Trump ampliamente esperada, pero difícilmente segura, los líderes del legislativo planeaban votar el jueves el amplio paquete. Se daba por sentada la aprobación, primero por el Senado de mayoría republicana y luego por la Cámara de Representantes dominada por los demócratas, donde importantes mayorías se aprestaban a votar por el “sí”.
La firma de Trump pondría fin a una ruidosa epopeya legislativa que comenzó antes de Navidad y finaliza, apropiadamente, el Día de los Enamorados. Entre uno y otro se produjo el cierre parcial del gobierno durante 35 días, provocado por Trump y que estaba vigente cuando los demócratas tomaron el control de la cámara baja, obligando al presidente a compartir el poder por primera vez.