Las autoridades panameñas anunciaron el jueves que construirán un albergue para los migrantes que ingresan por la inhóspita frontera sur que comparte con Colombia, luego de que el fin de semana se registrase la entrada de una nueva oleada de varios centenares, en su mayoría cubanos.
La medida busca darle atención humanitaria a los extranjeros que se arriesgan por ese cruce selvático, aunque desde allí verían cortados sus sueños de seguir camino hacia el norte del continente.
El albergue, con capacidad para 400 migrantes, se levantará a un costo de casi nueve millones de dólares en Metetí, una zona de la provincia fronteriza de Darién a donde se puede llegar por tierra y funciona una estación policial, según acordó el gobierno durante una reunión ministerial.
El presidente Juan Carlos Varela prometió hace varios años atrás construir un albergue en ese sector debido al masivo flujo de migrantes cubanos y africanos que se daba en ese momento, pero el plan quedó en espera a medida que fue bajando el ingreso de los extranjeros por ese punto selvático desde Sudamérica, en particular, de cubanos.