Más de 300 miembros del grupo Estado Islámico atrincherados en una pequeña zona del este de Siria se niegan a rendirse a las fuerzas respaldadas por Estados Unidos e intentan negociar una salida.
Los extremistas están atrincherados en la aldea de Baghouz, donde se ocultan entre centenares de civiles a quienes impiden dejar el sitio. Esas tácticas casi seguramente retrasarán que se declare el fin del autoproclamado califato del Estado Islámico, que las Fuerzas Democráticas Sirias esperaban hacer la semana pasada.
De acuerdo con una persona cercana a las negociaciones, los extremistas piden un corredor hacia la provincia noroccidental de Idlib, que aún está bajo control rebelde. La persona habló bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizada a revelar información sobre el dialogo, que describió como indirecto.