Cada día, millones de litros de agua contaminada con arsénico, plomo y otros metales tóxicos fluyen de minas abandonadas en Estados Unidos a los lagos y ríos circundantes sin ser tratados, según investigación de The Associated Press.
El torrente envenena la vida acuática y contamina el agua potable en Montana, California, Colorado, Oklahoma y al menos cinco estados más.
La contaminación es el legado de la industria minera tal como se le permitió operar en el país durante más de un siglo. Empresas que excavaban en busca de plata, plomo, oro y otros minerales podían abandonarlas cuando dejaban de ser rentables, dejando el agua que aún se filtra de las minas o es tratada con fondos de los contribuyentes.
A partir de pedidos de archivos públicos y a investigadores independientes, la AP examinó 43 sitios de minería bajo supervisión federal, algunos de los cuales contienen decenas o incluso cientos de minas individuales.
Los archivos revelan que un promedio de 189 millones de litros (50 millones de galones) de agua contaminada se filtra diariamente de los sitios. En muchos casos, fluye sin ser tratada a aguas subterráneas, ríos y lagunas: una dosis diaria de 76 millones de litros (20 millones de galones) de contaminación que llenaría más de 2.000 camiones cisterna.
El resto de los desechos es retenido o tratado a un costo elevado, un esfuerzo que deberá continuar por tiempo indeterminado, acaso miles de años, con escasas esperanzas de reembolso.
Estos volúmenes superan de lejos el del desastre de la mina Gold King de Colorado en 2015, cuando una cuadrilla de limpieza de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) provocó accidentalmente la descarga de 11,4 millones de litros (3 millones de galones) de fango color mostaza que contaminó ríos en tres estados.
En muchas minas, la contaminación continúa décadas después de su inclusión en el programa federal Superfund de limpieza de los sitios más peligrosos, el que enfrenta fuertes recortes bajo el presidente Donald Trump.
Las autoridades federales temen que al menos seis de los sitios examinados por AP pudieran sufrir desastres como el de Gold King.
En algunos sitios hay enormes acumulaciones de desechos tóxicos mineros conocidos como relaves. Un desastre en Brasil el mes pasado dejó al menos 169 muertos y 140 desaparecidos. Otro en la provincia canadiense de Columbia Británica en 2014 lanzó millones de metros cúbicos de fango contaminado a un lago cercano, en uno de los desastres ambientales más graves que haya sufrido el país.