Las autoridades colombianas demolieron el viernes con una implosión controlada el edificio Mónaco, emblema y fortín del extinto jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar.
El edificio se encontraba en la zona de Poblado, al sur de la ciudad de Medellín, y en su lugar se construirá un parque en memoria de las víctimas del cartel que podría alcanzar un costo de 3,3 millones de dólares y que estaría listo a fin de año.
A las 11.53 hora local se produjo la explosión del edificio que duró tres segundos y provocó una gran nube de polvo de más de 10 metros de altura que se dispersó luego de unos minutos.
La preparación para la demolición duró dos meses y se utilizaron 4.000 metros de cordón detonante, 180 detonadores y el explosivo de indugel. También se hicieron 2.800 perforaciones en las columnas del edificio y “se evacuó a 1.500 personas que viven alrededor por seguridad”, dijo al periodistas Rogelio Gómez, el ingeniero encargado de la demolición. La explosión fue vista por centenares de personas.
“Nosotros teníamos una deuda histórica con nuestras víctimas, con el pasado. Más que la demolición de una estructura que hoy está en ruinas, y que lleva en ruinas hace muchos años… aquí lo importante es hablar de construcción de memoria”, dijo el alcalde la ciudad, Federico Gutiérrez.
El presidente Iván Duque estuvo por varios minutos cerca del lugar y dijo que la explosión “significa que la historia no se va a escribir en función de los victimarios sino reconociendo a las víctimas”.
Colombia vivió entre los 80 y 90 una cruenta guerra por parte del Cartel de Medellín que asesinó a cuatro candidatos presidenciales, dirigentes políticos, ministros y más de 500 policías.