Las Instituciones de gobierno y privadas trabajan en conjunto para mitigar los daños que podría provocar parte de los 20 millones de metros cúbicos de sedimentos del volcán de Fuego en las comunidades cercanas. Además del riesgo de inundaciones, daños en la infraestructura y agricultura porque los ríos Achiguate y Coyolate podrían desviarse por el descenso de material.
Las partículas expulsadas por el volcán de Fuego durante la erupción de junio del 2018 formaron depósitos de este material en forma de una columna eruptiva ascendente que en cualquier momento podría llegar hasta las comunidades aledañas.
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La vigilancia del coloso ha sido constante, y esta mañana CONRED lanzó una alerta debido a que el volcán expulsó ceniza.
Los resultados del estudio que realizan los personeros de gobierno y empresas privadas la darán a conocer en cuanto la investigación termine al final del mes de febrero, previo a entregarla antes que comience la época lluviosa.