Un juez federal argentino expuso el jueves ante el Congreso sobre una supuesta red extorsiva que implicaría a funcionarios judiciales y gubernamentales y que podría convertirse en una piedra en el zapato del presidente Mauricio Macri.
Alejo Ramos Padilla, juez federal de la ciudad de Dolores en la provincia de Buenos Aires, se presentó ante la comisión de Inteligencia del Congreso para exponer sobre la supuesta red de espionaje ilegal descubierta luego de que un empresario dijo haber sido víctima de extorsión por orden del mismo fiscal que investiga a la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015) por supuesta corrupción.
La reunión del juez Ramos Padilla con los legisladores se celebra a puertas cerradas. Las autoridades de la comisión indicaron que se lo escuchará durante el tiempo que necesite y luego se le realizarán varias preguntas.
El juez compareció días atrás ante una comisión de diputados para hablar sobre la presunta extorsión económica realizada a un empresario por Marcelo D’Alessio -un supuesto abogado que decía que actuaba a nombre del fiscal Carlos Stornelli- para no involucrarlo en la causa sobre corrupción que tiene como eje a la exmandataria.
El magistrado dijo que se trata de una ”ínfima” parte de una “red de espionaje judicial de magnitudes” que incluso podría afectar las relaciones de Argentina con países del exterior.
Pero el gobierno considera que el juez busca ensuciar al fiscal Stornelli y apartarlo de la causa en la que está procesada Fernández como presunta líder de un esquema de concesión de obras públicas a cambio de sobornos durante su gestión.
El gobierno solicitó la destitución de Ramos Padilla al organismo que remueve y aprueba a los magistrados. Macri dijo que “no es un juez que actúe con ecuanimidad” y que “se prestó a un show mediático”.
Las declaraciones del mandatario han sido cuestionadas por organismos de derechos humanos internacionales, la oposición y analistas como un intento de apartar a un funcionario judicial que le resulta incómodo.