No sólo tiene efectos físicos sino que también psicológicos. Detiene el degeneramiento de las neuronas y te hace más feliz a nivel químico, entre otras cosas.
Por lo general, la práctica del deporte siempre se asocia a la parte física de una persona. Una relación obvia, pues los efectos más importantes e inmediatos se relacionan a este ámbito. Sin embargo, también se ha comprobado que practicar alguna disciplina tiene grandes beneficios a nivel psicológico, mental y cognitivo, ayudando incluso a retrasar enfermedades o bien permitiendo mejorar algunas patologías.
En principio, quienes practican deporte suelen tener más energía, manejan mejor el estrés, potencian su concentración y motivación, duermen bien y tienen una vida social más activa, además, se enojan y frustran menos. La explicación de esto es que durante y después de la práctica deportiva, el cuerpo libera endorfinas –conocidas como “las hormonas de la felicidad”–, que son las responsables de esta sensación de bienestar.
El profesor Vincent Walsh, del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la University College de Londres, realizó un estudio, a través de distintas pruebas, que demostró que el cerebro de una persona que practica deporte tiene la posibilidad de reaccionar un 10% más rápido en situaciones de estrés y presión, en comparación a alguien que no practica ninguna disciplina. Además, este mismo trabajo indicó que los deportistas superan un 20% en cuanto a la precisión de la memoria a los “no deportistas”.
En este sentido, los expertos en el campo de la salud concuerdan en vincular el deporte con el bienestar psicológico pues el cerebro funciona mejor debido al aumento en la circulación sanguínea en todo el organismo y por tanto influye de manera positiva en el proceso de aprendizaje.
Señalan que el ejercicio aumenta la autoestima y provoca una sensación de autoeficacia. Por otro lado, se ha demostrado que frena la degeneración neuronal por lo que es altamente recomendado en ancianos.
Cabe señalar que es importante tener claro qué disciplina es más conveniente practicar según cada persona ya que una persona con diabetes, o enfermedad cardiovascular no podrá hacer los mismos ejercicios que alguien sin enfermedades, por eso es importante consultar a un médico antes de comenzar a hacer deporte.
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