El presidente de la federación de fútbol de Alemania Reinhard Grindel renunció el martes y se disculpó por haber aceptado un reloj de lujo que le regaló un millonario ucraniano.
La renuncia de Grindel se produjo en medio de acusaciones de que él no había sido honesto sobre sus ingresos adicionales y debido a un descontento general con su gestión.
Grindel dijo que “todo el que me conoce sabe que no soy avaricioso y que he estado lidiando con asuntos de conformidad con las normas durante años”.
La federación dijo que los vicepresidentes Rainer Koch y Reinhard Rauball se harán cargo interinamente hasta septiembre.