El Presidente del Tribunal Supremo de Belice, Kenneth A. Benjamin, concedió a los demandantes del partido PUP la solicitud de una orden judicial para suspender el referéndum de la Corte Internacional de Justicia que está programada para el 10 de abril.
En su presentación de la decisión, el Presidente del Tribunal de Justicia hizo referencia a otros casos, incluidas disputas territoriales y fallos judiciales, incluidos fallos en la Unión Europea, Eslovenia y el Tribunal de Justicia del Caribe.
El principal argumento presentado por los reclamantes fue que el gobierno no estaba facultado para celebrar un Acuerdo Especial en diciembre de 2008. Aunque, durante la presentación de su decisión, el Presidente del Tribunal Supremo declara el poder del Ejecutivo (es decir, el gobierno) para ingresar en los acuerdos de referéndum.
Lo que es alarmantemente incierto es que no se declaró ninguna otra fecha para la celebración del referéndum, o para indicar una fecha límite para que el desafío al poder ejecutivo del gobierno sea escuchado en una fecha posterior.
En la sala del tribunal y en la calle, fuera de la corte, los partidarios y abogados del PUP se mostraron jubilosos y gritaron en aprobación cuando el Presidente del Tribunal Supremo anunció la declaración de la orden judicial.
La incertidumbre de lo que sucede a continuación es un mar de posibilidades desconocidas o un Abismo a ninguna parte, y parece que la guerra de tirar legal acaba de comenzar.
Poco después de que saliera la noticia de la medida cautelar, un primer ministro visiblemente molesto, Dean Barrow, dijo esta noche a los medios que la guerra está lejos de terminar.
Si bien fue bastante claro al afirmar que está extremadamente decepcionado con la decisión del Juez Presidente Kenneth Benjamin, Barrow también señaló que están en el proceso de tomar tres medidas para garantizar que habrá un Referéndum el 10 de abril.
El vicecanciller de Belice, Jairo Estrada, reiteró que esperan que la consulta sea exitosa como fue en Guatemala, para dilucidar este diferendo territorial en la Corte Internacional de Justicia. También indicó que si el resultado es un “no”, procederán con otras acciones a lo interno de ambos países para continuar con la resolución de este diferendo territorial, insular y marítimo.
“No habrá repetición de consulta, son otras acciones a nivel político y bilateral que se estarán desarrollando, incluso multilateral, porque muchos países han estado muy atentos, observando y apoyando la consulta que se estará desarrollando”: vicecanciller.
Guatemala votó por el “sí”
El 15 de abril del 2018, más de 1.7 millones de guatemaltecos votaron en favor del sí, para que el diferendo territorial con Belice se eleve a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que pondría fin al conflicto entre ambas naciones que data de más de un siglo.
El Conflicto
El conflicto territorial entre Guatemala y Belice existe desde la firma de la independencia, Guatemala reclama más de la mitad del territorio del país caribeño y aunque reconoció su independencia en 1991, no así el territorio.
La falta de fronteras entre ambas naciones ha afectado a los guatemaltecos que viven en la zona de adyacencia, ubicada al límite de Petén. Se han conocido casos de connacionales heridos por soldados beliceños al ser sorprendidos en terrenos del lugar, incluso algunos han sido detenidos.