Películas como “El Señor de los Anillos”, “Star Wars” y “Harry Potter” han sido analizadas bajo la lupa de este test.
El test de Bechdel es una sencilla prueba que mide la presencia de la mujer respecto a la del hombre en los productos culturales, y en especial, en la industria del cine.
Esta técnica surgió en 1985, cuando la dibujante Alison Bechdel publicó una tira cómica en donde retrata a dos mujeres teniendo una conversación antes de entrar al cine. Una de ellas le dice a la otra que sólo verá una película que tenga los siguientes (y básicos) requisitos: Que tenga al menos dos personajes mujeres cuyo nombre se haya mencionado, que estas dos mujeres mantengan alguna conversación durante la película, y que esa conversación no se trate de hombres.
Y volvemos a los ejemplos de películas increíbles en la historia del cine: En “El Señor de Los Anillos” presenciamos a unos estupendos personajes femeninos: Arwen, Éowyn y Galadriel. Sin embargo, no coinciden en ninguna de las películas de la trilogía del anillo, ni mucho menos mantienen una conversación. Por otro lado, en “Harry Potter” la cosa no está nada de mal. Aunque Hermione, el personaje femenino con más presencia dentro de la saga, se la pasa con Harry y Ron, sí mantiene conversaciones con Ginny, McGonagall, y otros personajes. Menos en “El Cáliz de Fuego”, donde el amor con el jugador de Quidditch parece haberle robado el habla.
Por último, así como ha pasado en la cultura cinematográfica, la franquicia de “Star Wars” presenta una evolución en la presencia de personajes femeninos: De la trilogía original (IV, V, VI) ninguna pasa el test. En los episodios I, II, Padme habla con otras mujeres sobre política. Pero en el episodio III, ningún personaje femenino aparte de Padme tiene nombre. Más adelante, en el episodio VII, la nueva protagonista y los personajes femeninos que rodean la película hacen que finalmente la cinta pase el test de Brechdel.
Si bien no debería ser considerado un sello indudable de discriminación, sí que actúa como un indicador superficial de la visibilidad de la mujer en el filme. Que una película supere o no este test es meramente anecdótico, pero que la suma de las películas que no lo hacen triplique la de las que sí lo hacen, revela que sí existe cierto sesgo de género sistemático, especialmente en las películas hollywoodienses.
Fotos: Captura de pantalla.