Un experimento demostró que las personas que mostraron un patrón de adicción al alcohol o nicotina son más propensos a tener un comportamiento adictivo con la cocaína.
El consumo de alcohol lleva a un comportamiento más adictivo frente a la cocaína. Así lo afirmó un estudio publicado en Science Advances que analizó los mecanismos por los cuales el alcohol sería la puerta de entrada hacia otras drogas.
En el experimento se utilizaron dos grupos de ratas, uno expuesto al alcohol y el otro sólo a agua por un tiempo determinado. Luego a ambos se les expuso a la cocaína.
Según explicó Edmund Griffin Jr., director de la investigación, las ratas que previamente consumieron alcohol desarrollaron una mayor adicción a la cocaína y mantuvieron el consumo a pesar de consecuencias negativas como un choque eléctrico cada vez que la consumían.
“Las personas que consumen cocaína usualmente tienen un patrón histórico de adicción al alcohol o a la nicotina”, destacó Griffin.
Las conclusiones, que muestran que hay una base biológica y no solamente social en el consumo de nicotina y alcohol como precursores al consumo de cocaína abren opciones importantes para los desarrollos de los programas de prevención.
“Esta investigación nos abre el camino para ofrecer nuevas opciones terapéuticas para el tratamiento de la adicción”, concluyó Griffin.
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