Según reporta USA Today, el menor fue hallado en el bosque a unos 500 metros de su domicilio. El chico se encontraba cerca de un acantilado ubicado en cercanías de una mina a cielo abierto, y los rescatistas lo detectaron al oír el llanto infantil. Kenneth fue rescatado de ahí y llevado a un hospital, donde le diagnosticaron una deshidratación.
Tras su desaparición el 12 de mayo, fue lanzada una búsqueda masiva con participación de helicópteros, perros, drones, cámaras termales y todoterrenos. Los familiares sugirieron que Kenneth pudo haber salido a través de la puerta trasera y perderse.
Su padre incluso supuso que el menor pudo haber sido secuestrado y ofreció una recompensa de 5.000 dólares por su devolución. Sin embargo, las autoridades señalaron que no había evidencias de ello.