Según el registro, tres son los departamentos con mayor incidencia, los que están encabezados por Huehuetenango con 164 casos, siguen Alta Verapaz y Guatemala con 127 cada uno y Petén con 118.
Los datos tomados de enero al 30 de junio de este año dan cuenta que en total se registraron mil 254 nacimientos en menores de entre 10 y 14 años, los cuales son catalogados como violencia sexual con agravación de la pena.
En el caso de madres adolescentes comprendidas entre los 15 y 19 años la entidad reporta 43 mil 405 casos con mayor incidencia en los departamentos descritos anteriormente, más los departamentos de Quiché y San Marcos.
Riesgos
Según la Organización Panamericana de la Salud, las consecuencias para las niñas son aterradoras porque un embarazo a esa edad determina muchos problemas incluidos los mentales graves, interrumpe un plan de vida y contribuye a un ahondamiento de la víctima y de su familia en el círculo de la pobreza.
Para la sociedad, estos embarazos se constituyen en un freno y obstáculo para el desarrollo socio-económico del país.
Recomendaciones
Para contrarrestar esta situación se requiere asegurar la educación formal, incorporar educación sexual en las escuelas, apoyar a las familias y los adolescentes con espacios de diálogo amigables.
Si se considera que muchos de estos embarazos son resultado de abusos sexuales y violencia, es de vital importancia empoderar a estas niñas y sus familias en el conocimiento de sus derechos, denunciando a los perpetradores y rompiendo el silencio, el cual frecuentemente impide que estas situaciones salgan a luz pública.
Además, se requiere fortalecer el sistema judicial para la investigación de los casos y la aplicación de los castigos establecidos en la ley.