Alvaro Ramazzini nació el 16 de julio de 1947 en la ciudad capital de Guatemala y es el mayor de cuatro hermanos.
Ramazzini ingresó al seminario menor a los 12 años de edad y al seminario mayor a los 23.
Se graduó de la Pontifica Universidad Gregoriana de Roma de doctor en Derecho Canónico. Ha sido profesor y rector del seminario mayor nacional de Guatemala.
Ramazzini estuvo a cargo de la Diócesis de San Marcos desde 1888 y obispo de la Diócesis de Huehuetenango desde el 2012
El religioso fundó en 1990 La Pastoral de la Tierra, que brinda ayuda a los campesinos para recuperar sus terrenos. En 1996 formó junto con misioneros scalabrinianos la Casa del Migrante, que da comida, techo y charlas por tres días a los deportados. Mientras que en 1995 fundó la Casa de la Mujer, donde trabajadoras sexuales reciben talleres de costura.
La Diócesis que representaba Ramazzini también intervino en la disputa por los límites territoriales entre Tajumulco e Ixchiguán; al religioso le nació la idea de formar la Pastoral de la Tierra para mediar junto con campesinos y trabajadores de fincas por sus derechos.
Desde su presencia en San Marcos, Ramazzini fue reconocido como una figura de proyección nacional, ha luchado en contra del sistema de propiedad de la tierra que considera como injusto, argumentando que desfavorece a los pobres y limita la movilidad social. El obispo ha apoyado también el proyecto de Recuperación de Memoria Histórica -REMHI.
Testificó en el 2005 ante el Comité de Asuntos Exteriores -Committee on Foreign Affairs- de Estados Unidos, el impacto negativo de las políticas de libre comercio en los más pobres.
Ramazzini afirmo durante una entrevista a la revista Eclessia:
Que tanto obispos, como sacerdotes, como personas de la vida consagrada, de verdad estemos en medio del pueblo.
Que vivamos sus alegrías, que compartamos sus sufrimientos. Pero, sobre todo que conozcamos sus esperanzas y sus ilusiones para juntos lograr que esas ilusiones y esperanzas se concreticen.
En Centroamérica: conflictos armados, ahora violencia de pandillas juveniles, problemas crónicos de pobreza, de miseria, emigración; luego también, la ausencia del Estado en muchas comunidades, etc.
Todo eso, va creando un sentido de desesperanza que es muy peligroso, porque nos lleva a la indiferencia, o nos lleva al miedo, pero muy poco nos va a llevar a un compromiso decidido.
Oficia misa cuando era nombrado Cardenal
En su participación en la misa celebrada en San Miguel Petatán, Huehutenango, monseñor Ramazzini, aseguró que hay diferentes problemáticas en Guatemala, que él ha seguido muy de cerca, por ejemplo, la crisis migratoria y la pobreza.
EL obispo dijo que la violencia y la pobreza han sido los afectadores que han obligado a miles de guatemaltecos a huir del país desde hace años, por eso he dedicado parte de su labor las familias más necesitadas en este departamento.