En un pabellón normalmente reservado para jóvenes quemados, varios niños yacían apáticos bajo mosquiteros, junto a sus preocupados padres.
En un día reciente, Carlos Benítez, de 9 años de edad, regresó a casa después de varios días recibiendo líquidos por vía intravenosa mientras los médicos esperaban que bajara la fiebre causada por el dengue.
Pero la doctora Sara Hernández, que supervisa esa sala del Hospital Escuela Universitario, sabía que esa cama se ocuparía pronto, como ha ocurrido con las demás desde que se habilitó la sala en junio en medio de una letal epidemia del virus transmitido por mosquitos.
En lo que va de año, al menos 135 personas fallecieron a causa del dengue en Honduras, y casi dos tercios de ellos eran niños. La cifra de menores hondureños muertos en este brote es desproporcionada porque los niños tienen menos defensas, indican las autoridades de salud.
Aunque hay más posibles muertes que están a la espera de la confirmación de un laboratorio, Honduras presenta ya de lejos la mayor tasa de mortalidad por el dengue en América Latina este año, y la cepa que afecta a la nación centroamericana parece ser además la más agresiva.
Entre la población también había cierto nivel de complacencia luego de 5 años en los que solo se reportaron 16 decesos por dengue. Pero esa es la forma de actuar del virus: unos años de calma seguidos de un gran brote.
Cifra en la región supera la del año pasado
Guatemala, México y Nicaragua tienen la cuenta de víctimas mortales en cifras de dos dígitos.
La última vez que el dengue se cobró tantas vidas en Centroamérica y México fue en 2013, según los datos recopilados por la Organización Panamericana de la Salud. Ese año, México fue el más afectado con 192 decesos.
Cuando sucede un brote de esta magnitud, las autoridades médicas suelen encontrarse con que los enfermos no buscan tratamiento lo suficientemente pronto y suelen recibir una atención inadecuada, señaló el médico José Luis San Martín, asesor regional de la OPS, que visitó Honduras en agosto.
Cuando un brote se da en circunstancias normales y se maneja bien desde el inicio, el dengue no debería causar tantas muertes, dijo San Martín.
La mayoría de los infectados no llega a desarrollar la enfermedad, pero quienes se infectaron con otra cepa del virus en el pasado tienen más posibilidades de padecer una variedad más severa, a la que a veces se le llama dengue hemorrágico. Puede causar dolor abdominal, vómitos, sangrado y daños en los órganos internos.
-
-
- José es uno de los primeros niños que perdieron la vida en Guatemala, como consecuencia del dengue grave.
-