En un juicio histórico en El Salvador, unos 17 cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS13) y otros 400 pandilleros miembros de esta estructura del crimen transnacional han comenzado a ser procesados por los delitos de homicidio, tráfico de armas y pertenecer a organizaciones terroristas. Durante la audiencia un testigo llamado Noe dijo que se enviaron pandilleros a Guatemala y México para hacer crecer más a la pandilla y establecer contacto con el narcotráfico. El objetivo era traficar drogas y armas en la región. A nivel de méxico los contactos que se lograron fueron con los Z. En Guatemala no se conoce todavía con que cártel se establecieron los contactos.
Según Noe, tuvo conocimiento que entre 200 y 400 kilogramos de marihuana, valorada hasta en 500 dólares cada kilogramo se trafico. Además, apuntó que la estructura recibió desde Honduras 9 kilogramos de cocaína por 112.500 dólares.
Algunos de los pandilleros comparecen en persona y otros mediante videoconferencias desde las cárceles donde están recluidos. El proceso está a cargo de un juzgado especializado de San Salvador y casi un centenar de abogados se han acreditado como defensores de los pandilleros en la vista pública que se estima podría finalizar en noviembre debido a la gran cantidad de testigos y expedientes.
La MS13 surgió entre inmigrantes en los años 80 en Los Ángeles para proteger a los salvadoreños que habían llegado a Estados Unidos huyendo por la guerra civil y hoy es una temible organización criminal que ha extendido sus tentáculos por todo Centroamérica, México, Estados Unidos y algunos países europeos.
En El Salvador, las maras o pandillas están integradas por más de 65.000 jóvenes y adultos, en su mayoría miembros de la MS13. Se encuentran en barrios y comunidades populosas y según las autoridades están involucradas en el narcotráfico, la extorsión y el crimen organizado.