La policía del norte de Nigeria dijo que halló a más de 300 niños que habían sido encadenados, asaltados sexualmente, golpeados y privados de alimentos al catear un edificio.
La última redada ocurrió en la ciudad conde creció el presidente Muhammadu Buhari.
Se reportó que ambos edificios eran reformatorios donde los padres podían enviar a sus hijos para que aprendan el Corán.
Gambo Isa, portavoz de la policía en el estado de Katsina, dijo que la policía cateó el edificio en Daura el lunes para liberar a la gente que vivía en condiciones infrahumanas.