La huelga ocurrió después de que el Sindicato de Maestros de Chicago confirmó el miércoles por la noche que sus 25.000 miembros no acudirían a trabajar. Esto ocurrió tras meses de negociaciones entre el gremio y Escuelas Públicas de Chicago que no pudieron resolver sus disputas sobre beneficios y salarios, cantidad de estudiante por clase y tiempo de preparación para maestros.
Los maestros que manifestaron el jueves dijeron que la huelga era para lograr más recursos y salones con menos alumnos, no para ganar más dinero.
Afuera de la primaria Smyth, escuela cerca del área South Side donde la mayoría de los alumnos son negros y de pocos recursos, el maestro de arte John Houlihan dijo, “No estamos peleando por salarios y beneficios de salud. Es por los niños”.
“Es ridículo decir que uno puede poner a estos niños, que enfrentan una gran pobreza y un profundo desamparo, en clases de 30-40 niños”, dijo Houlihan. “Eso no es manejable y no es un ambiente de aprendizaje”.