Algunos colectivos de artistas bolivianos están expresando su frustración por los últimos acontecimientos que ha vivido su país, el pesar por los fallecidos y la esperanza de volver a la normalidad. Lo hacen a través de enormes murales pintados en emblemáticas calles de las ciudades bolivianas. Entre ellos se encuentra el Colectivo Epidemia, que ha transformado las arterias de Cochabamba y Sacaba con mensajes de paz.
La artista Carolina Cartagena explica que han querido expresar su preocupación por “la situación crítica” vivida en Bolivia a través del arte, plasmando “cómo la Pachamama nos abraza a todos y nos envuelve en una sola identidad a través de la wiphala”, la bandera, símbolo del país andino, con la que también se identifica gran parte de la población de Sudamérica.
Migro Tanga Medrano, componente del mismo colectivo, narra el significado y simbología de otro gran mural, el que se encuentra en Sacaba, en el sitio en el que tuvo lugar la represión de los campesinos cocaleros, que se saldó con nueve muertes a manos de las Fuerzas de Seguridad.
Además, aparecen pintadas hojas de coca “en conmemoración de los caídos en la represión”, para hacer ver “que están presentes, que están volando, que son parte del mural”, señala Tanga. De este modo, el artista asegura que su pretensión es sensibilizar a través del arte a la sociedad, “pacificar la sociedad”, “que haya hermandad en Bolivia, porque todos somos hermanos, todos somos iguales”, añade.
La labor de estos artistas a favor de la solidaridad entre el pueblo boliviano está trascendiendo las fronteras del país, como demuestra que en la ciudad de Rosario, en Argentina, se haya aprobado que durante una semana la bandera wiphala ondee junto a la bandera argentina en el Monumento a la bandera, un lugar emblemático de la urbe.