“Si quisieramos apretar el botón, solo apretamos el botón, pero yo le pregunté a Dios, y Dios me dijo: paciencia”, así se refirió el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, a una multitud que se apostó a las afueras de la Asamblea Legislativa este domingo.
El mandatario convocó a una manifestación, por la negativa de diputados de la oposición a participar en una sesión extraordinaria, para aprobar un préstamo por US $109 millones, que permitirían financiar la tercera fase del Plan Control Territorial, contra las pandillas.
La intención era presionar a los parlamentarios, pero estos mantuvieron su postura.
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El mensaje
Tras entrar al denominado Salón Azul, de la Asamblea Legislativa, y elevar una oración, Bukele salió para reencontrarse con sus seguidores y les pidió esperar una semana, para que los diputados aprueben el crédito.
Si estos sinvergüenzas no aprueban esta semana el Plan Control Territorial, los vamos a volver a convocar para el domingo”, dijo el gobernante, quien reiteró su petición de paciencia al pueblo.
Añadió que vencido ese plazo, no se opondría entre la población y lo normado en el artículo 87 de la constitución de aquel país.
Este se refiere a que el pueblo tiene derecho a la insurrección “para restablecer el orden constitucional alterado por la transgresión de las normas relativas a la forma de gobierno o al sistema político establecidos o por graves violaciones a los derechos consagrados en la Constitución.”
La reacción
Los pobladores no se manifestaron del todo conformes con las palabras de Bukele, pues esperaban forzar la aprobación del préstamo.
Tras percibir esto, el presidente añadió: “ningún pueblo que haya ido en contra de Dios ha triunfado. Una semana más, señores; una semana”.
Una multitud se apostó frente a la Asamblea Legislativa, tras la convocatoria de Bukele.