Chelsiry Paola Hernández Escalante, de 12 años, desapareció el pasado 4 de febrero cuando se dirigía a su centro de estudios en Ciudad Quetzal, San Juan Sacatepéquez.
La familia, desesperada, activó una alerta Alba Keneth y difundió una fotografía de ella en redes sociales para dar con su paradero. Ayer, recibió la trágica noticia que el cadáver carbonizado de una niña hallado el 5 de febrero en Villa Canales, era el de Chelsiry.
El caso
El cadáver de la pequeña fue localizado a orillas de un camino de terracería en cercanías de la finca Rustrián, aldea Chichimecas, Villa Canales, y fue trasladado como XX al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), pero fue hasta ayer que se logró su identificación.
¿Parricidio?
Era hija de un agente de la Policía Nacional Civil (PNC), quien indicó que el supuesto responsable de la desaparición y el brutal asesinato fue su concuño identificado como Edgar Leoner Marroquín Barrera, quien aparentemente estaba obsesionado con la niña.
En un relato a Radio Cadena Sonora, el agente dijo que Marroquín se comunicó con la familia para decirles lo ocurrido el día de la desaparición de la niña, además que indicó que se iba a suicidar.
Chelsiry Paola (a la derecha) tenía 12 años.