Siete personas estaban desaparecidas luego de las avalanchas en la región de Daykundi, y 10 más resultaron heridas, explicó Ahmad Tameem Azimi, vocero del Ministerio de Gestión de Desastres.
Las víctimas mortales pertenecían a dos familias de la zona, señaló Azimi. Al menos 50 viviendas quedaron destrozadas. Los equipos de búsqueda y rescate trabajaban en el lugar desde que ocurrió la tragedia para dar con los desaparecidos y ayudar a las víctimas, apuntó el portavoz.
Se espera que el número de fallecidos aumente por el clima frio y las condiciones difíciles que obstaculizan los esfuerzos de rescate, dijo el vocero. La mayoría de las autovías llevan semanas cerradas por las intensas nevadas y el temor a las avalanchas.
Este invierno está siendo duro en Afganistán, con fuertes nevadas, avalanchas e inundaciones repentinas. Los decesos del jueves elevan a 72 el número de muertos en avalanchas e inundaciones en los dos últimos meses. Decenas más resultaron heridos y 2.400 casas fueron arrastradas por las crecidas desde el inicio del invierno.
Afganistán ha sufrido más de cuatro décadas de guerra y conflictos desde la invasión soviética en 1979. Pero los desastres naturales como deslaves, inundaciones y avalanchas han tenido también un alto costo en un país con escasas infraestructuras y desarrollo fuera de las ciudades más importantes. La degradación medioambiental también ha agravado los problemas.