¿Te has dado cuenta que siempre que se te prende la ampolleta con alguna idea increíble, te pasa en el momento y lugar más inoportuno? Todo el día luchamos por pensar creativamente, pero, tan rápido como entramos a la ducha, o intentamos quedarnos dormidos, se nos ocurren al menos 40 ideas que gritan para ser escritas.
Científicos (que probablemente sean los que más lidian con este problema) han estado trabajando en teorías que explicarían por qué tenemos las mejores ideas en lugares extraños (como cuando estás sentado en el baño), manejando al trabajo, o justo antes de quedarnos dormidos. Aquí van algunas de sus explicaciones
1. Porque estás en piloto automático
Cuando estamos envueltos en situaciones que sólo requieren una leve actividad física o mental, entramos recurrentemente a lo que los sicólogos llaman “el modo automático”. En este estado, las personas están menos atentas al escenario que las rodean y más enfocadas en los pensamientos internos. Básicamente, tu cerebro reconoce que estás haciendo una tarea familiar, y pone el modo crucero para que pueda ocuparse de cosas más entretenidas.
2. Porque es tiempo de dormir
Estamos conscientes de una pequeñísima parte del pensamiento que ocurre en nuestras mentes, y podemos controlar una parte pequeña de nuestros pensamientos conscientes. La mayor parte de nuestros esfuerzos mentales se van al subconsciente; sólo uno o dos de esos pensamientos son aptos para romper las barreras.
Esencialmente, cuando tu cerebro se da cuenta que está entrando en un período de descanso, los pensamientos subconscientes, que han estado en segundo plano durante el día, finalmente tienen la posibilidad de aparecer en la superficie. Por eso cuando vas a dormir, tienes esas ideas que pueden cambiar el mundo.
3. Porque estás cómodo
Algunos científicos han teorizado que sentirse cómodo y relajado, como lo estamos en la tina o en nuestras camas, le dice al cerebro que está todo bien, que puede dejar de pensar en cómo sobrevivir, y empezar a soltar las ideas que han estado circulando por tu subconsciente.
4. Porque estás cansado
Nuestro punto máximo de creatividad llega cuando estás fatigado (lo que normalmente coincide con cuando nos duchamos, hacemos “del dos” o dormimos). Cuando despiertas y estás medio atontado, se ponen en alerta los censores de tu cerebro, manteniéndote lejos de los irrelevantes y distractores pensamientos que hacen que las ideas geniales aparezcan.
5. Porque finalmente estás solo
Frecuentemente nos juntamos en grupo para hacer una “lluvia de ideas”, pero recientemente la ciencia sugiere que esa es de hecho la peor manera de alcanzar la creatividad. ¿Esto por qué? Primero, los individuos normalmente se vuelven flojos, esperando que los otros lleguen con una idea brillante (admítelo, así fueron tus grupos en la universidad). Segundo, generalmente no queremos debatir o discrepar en una reunión (la presión de tus pares es tan fuerte que estás de acuerdo con todo lo que dicen). Tercero, le tenemos miedo al rechazo y a la crítica, por lo que optamos por quedarnos callados si pensamos que nuestras ideas puedan ser consideradas demasiado radicales. Cuando podemos pensar sin que haya nadie presente, los resultados son generalmente más creativos y viables.
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