En el puerto San José, el reloj marcaba algunos minutos después del toque de queda y un joven atraído por la curiosidad, quiso observar a un grupo de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).
Los uniformados al percatarse que alguien se ocultaba, decidieron acercarse y fue entonces cuando el curioso, invadido por el miedo al ser descubierto, huyó a toda marcha a bordo de su bicicleta.
Los agentes policiales emprendieron una “persecusión” a bordo de su automóvil y evidentemente lograron alcanzar al curioso.
Tras la detención, se le consultó, porqué huía? y él muy asustado, pidió disculpas, indicando que únicamente quería observarlos, sin embargo al verse descubierto se asustó mucho, ya que imaginó que podría ser llevado a la cárcel. Y evidentemente así fue, ya que el muchacho fue llevado a la subestación del área y su medio de transporte consignado.
El joven que recién cumplió 18 años, nunca imagino que la curiosidad lo llevaría a terminar en prisión por desacato a la autoridad.