Se trata de la aldea el Chicho, Manchón Huamuchal y el Parque Nacional Sipacate Naranjo, en donde se reforestaron 6 mil candelillas de mangle rojo.
En el Chico, el personal de CONAP tuvo apoyo de estudiantes de la Facultad de Humanidades de la USAC con sede en Retalhuleu para reforestar 3 mil candelillas, con el fin de conservar y proteger el área y las especies de mangle en el humedal.
En tanto que en Escuintla, personal Guarda recursos y encargado del área protegida del parque nacional Sipacate Naranjo, sembraron otras 3,000 candelillas para seguir conservando el bosque manglar, el cual es de suma importancia para la biodiversidad existente en el área protegida.
Aporte de los manglares al ecosistema
Según destaca el CONAP, los aportes de los manglares son muy importantes; sus raíces sirven como criadero para peces, moluscos, crustáceos entre otras especies de animales, y sus follajes sirven como pista de aterrizaje y zonas de anidamiento de diversidad de aves tanto nativas como migratorias y para las comunidades de las costas actúan como una forma de defensa natural contra los fenómenos naturales como tsunamis o huracanes.