Entre los integrantes de la caravana de migrantes que ingresan de Honduras por la frontera de Corinto en Izabal se observa a decenas de madres y padres con niños en brazos y otros visiblemente agotados por la travesía que han emprendido.
Isabel, una migrante de 42 años y madre de 4 hijos, nos narra que viaja con su hija de 20 años y deja otros 3 en casa de quienes ni siquiera se despidió para no preocuparlos y quedaron al cuidado de su madre.
Espera comunicarse con ellos muy pronto, cuando logre su objetivo de llegar a los Estados Unidos. Al consultarle el porqué de su decisión de emigrar pese a las condiciones sanitarias y de riesgo a las que se enfrentan nos comenta que prefiere arriesgarse que continuar pagando extorsión en su natal Honduras, en donde luego de poner una venta de comida, prácticamente trabaja para grupos de extorsionistas.
Destaca que la delincuencia y su país van de la mano y cansados de esta situación prefiere arriesgarse en esta caravana de aproximadamente 3 mil migrantes, dando a conocer que 3 mil mas podrían salir de San Pedro Sula este viernes.
Un caso similar expone otra migrante que prefirió no identificarse, pero destaca que ella únicamente busca llegar a México, donde se encuentran sus hijas laborando. Nos cuenta que ella se quedó en Honduras teniendo fe en que las cosas cambiarían, sin embargo las cosas han ido empeorando.
Otra madre va junto a su esposo, llevan a su hijo de 3 años en un carruaje y a su hija de 6 años en busca de un ambiente apto para criarlos y tener la oportunidad de darles al menos lo básico destacan. Su pequeña hija tiene un semblante de cansancio, ha pasado prácticamente 20 horas caminando y el hambre y el sueño le están impidiendo continuar la marcha a diferencia de los adultos.
El caso que mas conmueve es el de una madre que con su hijo que no debe tener ni siquiera el año, al tratar de entrevistarla se disculpó indicando que no aguanta los brazos de cargarlo y se siente muy agotada. La mujer acompañada nada mas que de un pequeño bolsa, va descalza. Debido a las lluvias registradas durante el día se le observaba que ella y su bebé iban mojados, cansados, azotados por el sol y ardiente asfalta que alcanza altas temperaturas en el transcurso del día.