El sector marítimo sufre consecuencias negativas debido a la pandemia en el mundo. En Guatemala, un reciente informe de la Comisión Portuaria Nacional (CPN) detalló que aunque durante el 2019 se logró un incremento del 4 por ciento, por movilizar 27.98 millones de toneladas métricas de carga, pero que este año, se prevé un decrecimiento del -5 por ciento, a consecuencia de las medidas de restricción por la crisis desatada por la pandemia.
Aunque ya se dio la autorización para poder operar, el sector portuario deberá tomar en cuenta estas directrices, para trabajar bajo una nueva normalidad.
Este fue el cuadro de información compartido por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), sobre los protocolos:
Panorama internacional
La Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y el Grupo de Trabajo subrayaron en un comunicado conjunto que estas personas desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de las cadenas de suministro mundiales y que, durante la pandemia, su labor se ha vuelto aún más vital para asegurar el flujo continuo de equipo médico, alimentos y otros bienes esenciales.
Pese a la importancia de su tarea, estas personas se han “convertido en víctima colaterales” de las medidas impuestas por los gobiernos para enfrentar la pandemia de COVID-19, como las prohibiciones de circulación, las restricciones al embarque y desembarque de los navíos o la suspensión de la emisión de permisos de viaje.
Según los datos de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) y la Organización Marítima Internacional (OMI), unos 800 mil marineros no pueden embarcar o todavía están atrapados en buques, prolongando sus contratos más allá de sus condiciones laborales iniciales y, a menudo, más allá del período máximo de once meses a bordo establecido en las normas laborales internacionales.
Pero los marineros no son los únicos afectados, ya que los trabajadores del sector pesquero o los integrantes de plataformas marítimas se encuentran en una situación laboral similar.
Trabajadores esenciales
Según el comunicado, las medidas impuestas por los gobiernos contra la Covid-19 impactan directamente la posibilidad de ejercer cambios rutinarios y necesarios de tripulación, así como la concesión de permisos para bajar a tierra.
“Esta situación afecta gravemente los derechos humanos fundamentales de las tripulaciones y otro personal marítimo, como el derecho a la salud física y mental, el derecho a la libertad de circulación y el derecho a la vida familiar. También aumenta drásticamente los riesgos de seguridad y los peligros ambientales”, advirtieron los expertos.
El Secretario General de las Naciones Unidas alertó sobre la situación de este colectivo y pidió que se les considere “trabajadores esenciales”, con el objetivo de garantizar los cambios seguros de tripulación de acuerdo con los actuales protocolos a seguir durante la pandemia.
En virtud de las normas internacionales, los Estados están obligados a proteger los derechos humanos de las tripulaciones afectadas, y los países que proveen el pabellón, el puerto y la mano de obra tienen la responsabilidad de intervenir en la actual crisis humanitaria. Sin embargo, la respuesta a la situación de inestabilidad también requerirá los esfuerzos concertados de los agentes pertinentes, como las organizaciones internacionales, los sindicatos y, lo que es más importante, el sector empresarial”, especificaron.
El transporte marítimo de mercancías, que representan casi el 90 por ciento del comercio mundial.