En las últimas dos décadas, los meteorólogos están cada vez más preocupados por las tormentas que pasan de nada a gigantesca. Los investigadores crearon un umbral oficial para esta intensificación rápida y peligrosa: una tormenta cuyos vientos aumenten su velocidad en 56 km/h (35 mph) en sólo 24 horas.
Los huracanes Hannah, Laura, Sally y Teddy, así como la tormenta tropical Gamma, todas aumentaron su fuerza en al menos 56 km/h (35 mph) en 24 horas. Laura, cuya fuerza aumentó 105 km/h (65 mph) el día antes de que tocara tierra, empató la marca de la mayor intensificación en el Golfo de México, dijo el meteorólogo excazador de huracanes Jeff Masters.
La cadena de huracanes asesinos en 2017 se caracterizó por su veloz intensificación, en especial Harvey, señaló Kossin.
Esto no sólo está ocurriendo con más frecuencia, sino que está siendo más peligroso, dijo el científico de huracanes del Instituto Tecnológico de Massachusetts Kerry Emanuel. Los daños por los huracanes no sólo aumentan con la velocidad del viento, aumentan exponencialmente, afirmó Masters.
Desde 1982, la proporción de tormentas de veloz intensificación en el Atlántico casi se ha duplicado, según un estudio del año pasado de Kossin y de un equipo de la Universidad de Princeton.
Ese estudio también encontró que este tipo de tendencia de veloz intensificación no puede ser explicada por las fuerzas naturales. Vecchi y Kossin dijeron que el cambio climático debido a la quema de carbón, petróleo y gas natural, es evidentemente un factor importante.
Esto se debe a dos factores son cruciales para que las tormentas se fortalezcan o debiliten: agua caliente y el tipo y dirección de los vientos a gran altitud que tienen el potencial de decapitar huracanes o permitirles que se vuelvan más poderosos.
En el clima diariamente cambiante de las tormentas individuales, el tema del viento es importante, pero durante las décadas estudiadas por el equipo, la temperatura del agua fue un factor mucho más importante, según los científicos.
“Hemos causado mucho más calor en el océano”, declaró Kossin. El veloz fortalecimiento “es lo que tienes cuando creas tanto combustible para los huracanes. Van a engordar, se volverán más intensos y lo harán rápidamente”.