Pese a las restricciones impuestas por el coronavirus, las grandes capitales europeas empiezan a iluminar sus calles y plazas, al tiempo que instalan sus tradicionales árboles de Navidad.
En Bruselas, la capital de Bélgica, decoran su árbol de 18 metros de altura y cinco toneladas de peso, instalado en la emblemática Gran Plaza.
El gigantesco árbol navideño en Bruselas, Bélgica.
En París, la avenida de los Campos Elíseos con el Arco de Triunfo al fondo, luce en todo su esplendor.
Inicia espíritu navideño en París, Francia.
Así, los europeos comienzan a disfrutar de una de las épocas que más atrae al mundo entero: la Navidad.
Celebración en medio de pandemia
La llegada de esta época ocurre en momentos en que Europa afronta una segunda oleada de contagios del Covid-19. Numerosos países del continente instauraron restricciones, para evitar la propagación de la enfermedad a escalas altas.