A pesar de las restricciones por la pandemia que sacude al mundo; niños, niñas y adolescentes guatemaltecos intentaron alcanzar el sueño americano durante el 2020, pero fueron deportados.
Las estadísticas del Instituto Guatemalteco de Migración muestran que hasta el 30 de noviembre 3 mil 482 menores regresaron al país en vuelos procedentes de Estados Unidos y vía terrestre, desde territorio mexicano.
Estos menores emprendieron el éxodo sin la compañía de sus padres, por lo que su condición de vulnerabilidad fue mayor.
Los números muestran que los que más migran son los niños con un total de 2 mil 628 deportados, en tanto que se contabilizan 854 niñas.
Meses con más deportaciones
En lo que respecta a los vuelos, las cifras muestran un descenso de menores retornados entre enero y junio en donde se registraron menos de 100 deportaciones por mes.
Sin embargo las cifras incrementaron en julio en donde los grupos que llegaron estaban por arriba de los 200 menores, entre hombres y mujeres. Siendo octubre el mes que más deportados tuvo con 301 niños y 104 niñas.
En la modalidad terrestre por el contrario se mantuvo un número elevado de deportaciones entre enero y abril con grupos que superaban los 200 deportados, pero entre mayo y agosto se registró un fuerte descenso en el que el grupo más grande fue el de 102 retornados.
Sin embargo volvió a incrementar de septiembre a noviembre.
Vulnerabilidad de la niñez migrante
Entes que velan por los Derechos de la Niñez como Unicef han observado que las deportaciones de niños y adolescentes acompañados o no acompañados representan un impacto en su desarrollo, debido a que además de retornar a los lugares de los que buscan huir, se enfrentarán a aspectos como la discriminación o estigma por creer que pueden estar infectados.
De esa cuenta solicitaron el cese de las deportaciones si antes no se les garantiza una protección adecuada y controles sanitarios.
Asimismo un informe del Observatorio Regional de Migración Infantil publicado en junio señala que la pandemia tuvo un efecto notorio en los registros de menores aprehendidos en la frontera sur de EE. UU., por el cierre de fronteras; sin embargo muchos decidieron exponerse a migrar, con el riesgo de contraer el virus o morir en la frontera.
Ante el alto riesgo de contagio del Covid-19 de cientos de menores inmigrantes que residen en albergues, diversas organizaciones sociales en Centroamérica, México y EE. UU., solicitaron a autoridades estadounidenses; que fueran retirados de los albergues para ser reubicados con sus parientes que viven en Estados Unidos o cuidadores en casos particulares, pero las deportaciones continuaron.