El COVID-19 es la enfermedad causada por el nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2 y se conoció por primera vez, el 31 de diciembre de 2019, cuando la Organización Mundial de la Salud recibió información de un grupo de casos de “neumonía vírica” en Wuhan, en la República de China.
En marzo se determinó que era una enfermedad diferente, provocada por una nueva cepa de coronavirus y se declaró pandemia. Desde entonces, recorre el mundo y puede infectar a cualquier persona.
Sin embargo, hay quienes presentan un cuadro grave o incluso complicaciones que desencadenan en la muerte.
¿Qué factores influyen en un cuadro grave de COVID-19?
Según la Organización Mundial de la Salud destaca entre estos factores, la edad y las condición de salud de las personas.
En este sentido señala que los mayores de 60 años y quienes padecen afecciones médicas subyacentes como la hipertensión arterial, problemas cardíacos o pulmonares, diabetes, obesidad o cáncer; son los de mayor riesgo.
No obstante advierte que “cualquier persona, a cualquier edad, puede enfermar de COVID-19 y presentar un cuadro grave o morir”.
Un artículo publicado por el hospital estadounidense –NewYork Presbyterian– aborda el tema con el médico Fred Pelzan, quien brinda algunas posibles explicaciones a estos factores.
Edad
En parte, esto puede explicarse por el hecho de que los sistemas inmunológicos de las personas mayores tienden a ser menos eficientes en la eliminación de las infecciones virales.
COVID-19 grave es impulsada no sólo por el daño viral a las células, sino por una “tormenta” reactiva de inflamación que daña los pulmones y otros órganos. Es posible que haya cambios en diferentes partes del sistema inmunológico debido al envejecimiento, lo que hace que las personas de mediana edad sean más vulnerables a esta tormenta que los pacientes más jóvenes, incluso si están sanos y no tienen ninguna condición médica subyacente”.
Condiciones médicas subyacentes
Los pacientes que desarrollan COVID-19 grave o mortal tienen una probabilidad desproporcionada de tener al menos una condición médica subyacente importante, como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedad cardiovascular, asma, enfermedad renal o trastorno pulmonar obstructivo crónico.
En algunos casos, las explicaciones posibles para estas relaciones son obvias, destaca el médico. La diabetes y la obesidad están asociadas a una resistencia más débil a las infecciones.
En general, cualquier condición médica subyacente grave puede hacer que un órgano vital sea menos capaz de soportar el estrés biológico causado por una infección y una inflamación posterior” señala.
COVID-19 en niños
Los niños pueden contraer infecciones por COVID-19, pero en gran parte están a salvo de padecer una enfermedad grave. Una vez más, la razón no está clara.
Una observación que se desprende de los estudios de otros virus, incluido el coronavirus similar que causó la epidemia de SARS de 2002-04, es que los niños y los animales más jóvenes pueden tener muchas menos probabilidades de desarrollar una tormenta inflamatoria cuando se infectan.
Síntomas de un cuadro grave
La OPS/OMS realizó una lista de los síntomas que refieren a un cuadro grave de la enfermedad, entre estos se incluyen:
*Disnea (dificultad respiratoria)
*Pérdida de apetito
*Confusión
*Dolor u opresión persistente en el pecho
*Temperatura alta (por encima de los 38° C)
Las personas de cualquier edad que tengan fiebre o tos y además respiren con dificultad, sientan dolor u opresión en el pecho o tengan dificultades para hablar o moverse deben solicitar atención médica inmediatamente. De ser posible, llame con antelación a su dispensador de atención de salud, al teléfono de asistencia o al centro de salud para que puedan indicarle el dispensario adecuado.
Efectos a largo plazo
Algunas personas que han padecido la COVID-19, tanto si han necesitado atención hospitalaria como si no, siguen experimentando síntomas, entre ellos fatiga y diversos síntomas respiratorios y neurológicos.