Cambio climático favorece a la propagación del mosquito tigre portador del Chikungunya
Investigación de The Vaccine Alliance (Gavi), resalta la enfermedad que alguna vez fue tropical podría convertirse pandemia.

La Alianza para la Vacunación, conocida como Gavi, una asociación internacional que esta compuesta por entidades públicas y privadas, incluidos Gobiernos, organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros, publicó un artículo sobre la amenaza que se vive por la propagación del mosquito transmisor del Chikungunya.
Se trata de la investigación llamada “La próxima pandemia: ¿Chikungunya?” donde se habla del cambio climático y su peligro impacto en la posible propagación del mosquito tigre, quien porta el virus del Chikungunya en nuevos hábitats de Europa y América.
La enfermedad que alguna vez fue tropical podría convertirse pronto en una amenaza de pandemia mundial. Hoy en día, la combinación mortal del cambio climático y la globalización convierte a la chikungunya (y otras enfermedades transmitidas por mosquitos) en una amenaza pandémica, ya que los mosquitos encuentran nuevos hábitats y el aumento de los viajes puede significar que las personas traigan nuevas enfermedades a su país”, destaca el documento.
Paciente cero
Una investigación indica que en agosto de 2007, un pequeño pueblo de Castiglione Di Cervia en el norte de Italia vio a una persona tras otra enfermarse con fiebre alta, dolor muscular y agotamiento y un dolor en las articulaciones insoportable.
Los lugareños inicialmente culparon a los inmigrantes de Asia o África por traer una enfermedad tropical, pero el culpable fue en realidad el “mosquito tigre” llamado así por sus rayas distintivas: el mosquito tropical Aedes albopictus“, apunta el texto de la investigación, por otro lado, afirma que los mosquitos se estaban volviendo más comunes en el sur de Europa, llegando tan al norte como Francia y Suiza.
El conocido como ” paciente cero” parecía ser un visitante italiano que viajó a Kerala, India y se había infectado allí. Había traído el virus chikungunya a casa; cuando un mosquito tigre local se alimentaba de su sangre, contraía el virus y luego comenzaba a contagiarlo a otras personas. Una vez que un mosquito ha sido infectado con chikungunya, puede contagiarlo por el resto de su vida, que es en promedio alrededor de un mes. Una vez que se identificó que el virus era transmitido por mosquitos, los funcionarios de salud detuvieron la epidemia rociando insecticida y vaciando fuentes y barriles de recolección de agua de lluvia para evitar que los mosquitos se reproduzcan. Al final del brote, unas 200 personas se habían infectado.
Datos a destacar
El chikungunya se transmite por los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, los mismos mosquitos que transmiten el dengue y el virus Zika. Cuando los criaderos de mosquitos se encuentran cerca de donde viven las personas, el riesgo de infección aumenta significativamente. En algunas partes de África, otras especies de mosquitos también se han visto implicadas en la transmisión del chikungunya. Además, los animales pequeños pueden actuar como “reservorios” de la enfermedad donde acecha el virus y que pueden desencadenar más brotes más adelante.
Las investigaciones de esta enfermedad apunta que la tasa de letalidad: es de una de cada mil y casi siempre están relacionadas con problemas de salud existentes, o ser un recién nacido o tener más de 65 años. Aunque la muerte es menos común que en otras enfermedades transmitidas por mosquitos, el dolor articular crónico y otros síntomas asociados con la chikungunya pueden persistir durante meses o años.
El periodo de incubación de la enfermedad comienza entre 4 y 8 días después de la primera picadura de un mosquito infectado, pero puede variar entre 2 y 12 días.
Los síntomas son: una infección por chikungunya causa fiebre y dolor articular debilitante, así como dolor muscular, hinchazón de las articulaciones, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y sarpullido. El nombre “chikungunya” en swahili significa “aquello que se dobla”, en referencia a la postura encorvada asociada con el dolor articular extremo causado por el virus. Dado que algunos de los síntomas se superponen con el dengue y el Zika, el chikungunya puede diagnosticarse erróneamente en áreas donde estas enfermedades son comunes.
El virus se puede detectar en la sangre durante los primeros días de la infección y las muestras recolectadas durante la primera semana de la enfermedad deben analizarse mediante pruebas de anticuerpos y reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR).
La organización Mundial de la Salud indica que aunque todavía no hay vacunas para el chikungunya, se están probando varios candidatos. Los ensayos de fase 2 de una vacuna llamada CHIKV VLP (porque utiliza partículas similares a virus) probados por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU. Mostraron resultados prometedores el año pasado, y parecían ser seguros y capaces de desencadenar una respuesta inmune sólida que duró al menos 16 meses.
Otra vacuna llamada Valneva ha entrado en ensayos de fase 3 en los EE. UU. No existen tratamientos específicos, pero una vez descartado el dengue, se podrían utilizar antiinflamatorios para tratar el dolor articular.
Prevención
Se recomienda establecer sistemas de vigilancia sólidos para monitorear la circulación de chikungunya. El documento de Gavi, señala que los mosquitos que transmiten la enfermedad se alimentan principalmente durante el día, y los bebés o las personas mayores que duermen durante el día deben usar mosquiteros.
Por último, se recomienda usar repelente de mosquitos y mangas y pantalones largos será importante para evitar picaduras.