Ataques aéreos de Israel en la ciudad de Gaza destruyeron tres edificios y mataron al menos a 42 personas el domingo, el bombardeo más letal desde que estallaron los intensos combates entre Israel y los gobernantes militantes de Hamas del territorio hace casi una semana. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu declaró que los enfrentamientos seguirán pese a los esfuerzos internacionales por lograr un cese del fuego.
En un discurso televisado, Netanyahu dijo que los ataques continuaban con “toda su fuerza” y que “tomarán tiempo”. Israel “quiere imponer un alto precio” a Hamas, agregó. Estos han sido los peores combates desde la devastadora guerra de 2014 en Gaza.
Israel bombardeó una concurrida calle de edificios residenciales y negocios cinco minutos justo después de la medianoche.
“¿Pueden escucharme? ¿Están bien?”, gritaba un socorrista por un agujero entre los escombros. Minutos después, los socorristas lograron sacar a un sobreviviente y se lo llevaron en una camilla naranja. El Ministerio de Salud de Gaza dijo que 16 mujeres y 10 niños estaban entre los muertos, y otras 50 personas resultaron heridas en el ataque.
Israel parece haber intensificado los bombardeos en los últimos días para infligir el mayor daño posible a Hamas mientras los mediadores internacionales intentan negociar un alto el fuego. Pero apuntar a los líderes del grupo podría obstaculizar esos esfuerzos. Un diplomático estadounidense se encuentra en la región para tratar de reducir las tensiones y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el domingo.
El último estallido de violencia comenzó en el oriente de Jerusalén el mes pasado, cuando los palestinos protestaron y se enfrentaron a la policía israelí por sus acciones estrictas durante el ramadán, el mes sagrado musulmán, y la amenaza de desalojo de decenas de familias palestinas por parte de colonos judíos. Un punto focal de los enfrentamientos fue la Mezquita Al-Aqsa, un sitio venerado tanto por musulmanes como por judíos. Hamas disparó cohetes hacia Jerusalén el lunes pasado, lo que provocó el asalto israelí a Gaza.
La inestabilidad se ha expandido a otros lugares, con protestas en la ocupada Cisjordania y violencia dentro de Israel entre sus ciudadanos árabes y judíos. Se han registrado altercados y ataques de civiles contra personas y propiedades.
Al menos 188 palestinos han muerto en Gaza, incluidos 55 niños y 33 mujeres, con 1.230 heridos. Ocho israelíes han muerto, entre ellos un niño de 5 años y un soldado.
El Ejército informó además que atacó la casa de Yehiyeh Sinwar, el líder de Hamas de mayor rango en el territorio, y de su hermano Muhammad, otro miembro destacado del grupo. Israel bombardeó el sábado la casa de Khalil al Hayeh, un miembro clave de la rama política de Hamas.
Hamas y el grupo armado Yihad Islámica han reconocido la muerte de 20 combatientes desde el comienzo de los ataques el lunes, mientras que Israel dice que el número es mucho mayor y ha publicado nombres y fotografías de dos docenas de supuestos agentes que dice haber “eliminado”.
Un diplomático egipcio dijo que la estrategia israelí de atacar a los líderes políticos de Hamas complicaría los esfuerzos para buscar un cese el fuego. El diplomático, que habló bajo condición de anonimato para comentar negociaciones confidenciales, dijo que El Cairo trabaja para detener las hostilidades. Estados Unidos envió un diplomático a la región y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tenía previsto reunirse el domingo.
Con información de noticias de la agencia de noticias AP