Estimaciones preliminares de la Organización Internacional del Trabajo indican que, en el peor momento de la crisis, en el segundo trimestre de 2020, unos 23 millones de personas teletrabajaron en la región. Lo que representó que entre el 20 y 30 por ciento de los asalariados tuvieran trabajando desde casa. Antes de la pandemia la cifra era del 3 por ciento según los estudios.
La crisis causó una aceleración de tendencias en los mercados laborales, lo cual deja la sensación de que, junto a la situación dramática de la pérdida de empleo, el futuro del trabajo se estuviera manifestando antes de lo esperado”, dijo el director de la Organización para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.
Además agregó que el teletrabajo ayudó a amortiguar los impactos negativos de la crisis en los mercados de trabajo contribuyendo a la preservación de millones de empleos.
Tras la recuperación seguramente seguirá siendo una opción y generando nuevas oportunidades, aunque está claro que aún está pendiente responder a desafíos tanto para los trabajadores como para las empresas que debieron implementarlo rápidamente”, dijo Pinheiro.
El informe destaca que, aunque es muy temprano para predecir el alcance efectivo del teletrabajo, sin embargo, destacan que esta modalidad llegó para quedarse, porque posiblemente muchas empresas tomen formas hibridas que combinen trabajo presencial con trabajo desde el hogar.
El análisis de la agencia de la ONU señala que si bien ya antes de la pandemia existía el trabajo desde el domicilio, este abarcaba principalmente a trabajadores por cuenta propia, o en situaciones especiales se combinaba con trabajo en el establecimiento, “pero en el contexto de cuarentena pasó, en mucho casos, a ser la modalidad exclusiva de trabajo”.
Desafíos del teletrabajo
El informe “Desafíos y oportunidades del teletrabajo en América Latina y el Caribe ”, indica que no todos los trabajadores pudieron hacer uso de esta modalidad. Según el registro fueron las personas asalariadas formales, con alto nivel educativo, con relaciones de empleo estables, en ocupaciones profesionales, gerenciales y administrativas.
Otro punto es que las personas que se dedicaron al teletrabajo debían tener acceso a las tecnologías necesarias para llevar a cabo sus tareas de igual o similar forma que en una empresa.
Por otro lado, los que tuvieron mucho menor acceso al teletrabajo son “los trabajadores informales, cuentapropistas, jóvenes, de menores calificaciones y de bajos ingresos laborales, quienes experimentaron las mayores pérdidas de empleo y de horas trabajadas, especialmente en la primera mitad de 2020.
El informe destaca algunos para enfrentar esos desafíos del teletrabajo:
-Principio de voluntariedad y acuerdo entre las partes
-Organización y tiempo de trabajo
-Seguridad y salud en el trabajo
-Equipamiento y elementos de trabajo
-Protección del derecho de privacidad de los trabajadores
-Dimensión de género y teletrabajo
-El papel de los actores sociales
-Relación laboral y cumplimiento de la legislación
Los temas de la seguridad social, del cumplimiento de las jornadas, de libertad de asociación, de acceso a la formación laboral, de salud y seguridad en el lugar de trabajo, entre otros, forman parte de los temas a considerar.