Con sueños e ilusiones antes de la tragedia
El grupo de migrantes ingresó vía terrestre desde hace varios días atrás a territorio mexicano, por el lado de La Mesilla en Huehuetenango. Poco a poco se fueron concentrando por el lado de San Cristóbal de las Casas.
Allí, fueron ubicados en varias “viviendas de seguridad”, donde los traficantes de personas los esconden de las autoridades. Pueden pasar varios días para que los coyotes de la luz verde, los suban a los vehículos y los trasladen por rutas establecidas hacia la frontera con Estados Unidos.
Fue este jueves 09 de diciembre, alrededor de las 14 horas, que llegó un trailer que pertenece la empresa Z Transportes, la cual tiene su domicilio social en el kilómetro 291 de la autopista México – Veracruz.
La estrategia de los coyotes no era llevarlos en varios vehiculos sino en dos furgones. Hombres, mujeres y niños, en total 160 personas, fueron distribuidos a lo largo de las “cajas” gigantes en la plataforma.
Como siempre, Los migrantes viajaban en condición de hacinamiento y sin ningún tipo de protección, en condiciones inhumanas.
Ocurre el accidente
Una hora después de iniciar el viaje, alrededor de las 15:30 horas, el piloto del trailer evadió de forma estratégica, todos los puestos de revisión que se establece migración para evitar el trafico de personas, según las autoridades.
El conductor viajaba a exceso de velocidad y a pocos metros de una pasarela de metal, perdió el control. Impactó contra la estructura de metal, ubicada en el kilómetro 9 de la carretera Tuxtla Chiapa de Corzo, justo en la salida de una curva que precipitó el accidente.
Los furgones dieron vuelta mientras que los 160 migrantes salian expulsados de los contenedores. Unos quedaban en la cinta asfaltica, otros se golpeaban en las paredes de inmuebles cercanos e incluso la pasarela de metal y el propio trailer.
Algunos cuerpos sufrieron desmembramientos. Parecía el infierno con tantos cadáveres y personas heridas pidiendo ayuda dijeron algunos testigos. Un periodista que llegó minutos después al lugar, narraba entre lágrimas aquella escena.
¿Y el piloto? increiblemente quedó con vida. Como pudo se levantó y corrió. Mientras dejaba los cadáveres atrás.
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