¿Cuántas veces ha conocido usted a una mujer que ha tenido que dejar su trabajo, sus aspiraciones académicas y de desarrollo personal, por tener que asumir el cuidado y atención total del hogar, sin remuneración económica?
De acuerdo con estudios realizados, en la mayoría de los casos, las mujeres acceden a renunciar a todo por cuidar a sus hijos, padres o algún familiar con problemas de salud que requiere de todo su tiempo y atención.
Esto las encamina a la dependencia económica de otras personas y a que con el paso del tiempo quede relegada en muchos aspectos de su vida, lo que en la mayoría de veces la sitúa en posiciones vulnerables y de desventaja.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dio a conocer que una de cada dos mujeres está fuera del mercado laboral.
El triple del tiempo de mas del 50 por ciento de las mujeres del planeta lo dedican al trabajo doméstico no remunerado y una de cada tres es victima de violencia física.
33,6 por ciento de mujeres, están ubicadas en puestos políticos y parlamentarios, es decir en ese sentido somos una región políticamente muy activa, pero necesitamos ir hacia una sociedad del cuidado, eso es lo que estamos planteando aquí, no la economía del cuidado que son dos cosas diferentes y por supuesto combatir la violencia y promover la participación política de la mujer.
La sociedad del cuidado que proponemos, se enfoca en que toda la familia debe participar en las actividades y cuidado del hogar, porque no es justo que sean las mujeres las que tienen que cuidar a niños y adultos. Expreso Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de CEPAL
La entrevistada señala, que toda mujer debiese tener la oportunidad y opción de ser financieramente independiente, por lo que se hace muy importante establecer canales de comunicación con su núcleo familiar y acordar alianzas que permitan el desarrollo de la mujer.
En ese sentido algunas mujeres han dado a conocer que tras una vida atendiendo sus hogares y familias, han perdido la oportunidad de desarrollarse laboral y academicamente, o bien de emprender. Por lo que llegada cierta edad, son consideradas no apropiadas para puestos laborales, lo que las orilla a vivir bajo la sombra de diversos tipos de violencia, como violencia psicológica, financiera y física entre otras.
Independencia financiera la clave
Sociólogos han descubierto que cuando un miembro de la pareja depende económicamente del otro, el dependiente tendrá menos poder en la relación.
Se ha conocido que generalmente las mujeres devengan un salario o ingresos económicos menores que los hombres, por lo que la dependencia económica hace mucho más difícil que se aborden matrimonio disfuncionales o relaciones abusivas. De hecho una de las mayores razones por las cuales las mujeres no salen del círculo de la violencia o no denuncia a su agresor es porque les da miedo quedarse sin nada.
Ante este panorama, diversos estudios reflejan que la independencia financiera es la clave principal para ir erradicando patrones y conductas de violencia, aunque añaden que otros factores deben nutrir estas acciones, como acceso a la educación y salud.
Es importante resaltar que contrario a lo que muchos creen, el empoderamiento femenino ayudará al progreso familiar, mejor gestión del hogar y la crianza de hijos, asi como desarrollo económico integral.