Tanto demócratas como republicanos en el Congreso de Estados Unidos intentaban el jueves allanar el camino a la aprobación de 40.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania y sus aliados, un paquete de asistencia económica y militar que busca demostrar el empeño estadounidense en contra de la invasión rusa.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, llamó a ambos bandos políticos “a ayudarnos a aprobar esta propuesta urgente de financiamiento hoy”.
McConnell cerró intencionalmente a su propio Partido Republicano en su oposición, en momentos en que la única a la medida pareció venir de republicanos que exigían votaciones en torno a temas como el nombramiento de un inspector general que vigile el desembolso de la ayuda.
Parece segura la aprobación de la propuesta, pues cuenta con amplio respaldo de partidos ambos.
Si es aprobada, sería la autorización final para una propuesta que tanto demócratas como una mayoría de republicanos desean remitir rápidamente al presidente Joe Biden a fin de que puedan seguir fluyendo armas y suministros a los sitiados ucranianos.
“Los republicanos no pueden estar bloqueando esta propuesta”, declaró el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer. “No hay ninguna razón, ninguna razón en lo absoluto para no darle rápidamente el financiamiento a Ucrania”.
No quedó claro cómo se resolverían las exigencias republicanas de otras votaciones, pero las normas ese tipo de escollos se resolverán a última hora.
El senador republicano Rand Paul, quien insistió en que se nombre a un inspector general para supervisar el gasto, declaró: “No permitiré una aprobación expedita de una propuesta sin que tenga algo que la haga fiscalmente responsable”.
La Cámara de Representantes cumplió el martes el proyecto de gasto por 368 votos contra 57. Todos los demócratas y algunos republicanos la apoyaron. Los únicos que votaron en contra fueron republicanos.
El apoyo bipartidista a Ucrania se debe en parte a reportes de atrocidades cometidas por tropas rusas. Refleja también la negativa generalizada a permitir que quede sin respuesta la invasión lanzada por el presidente ruso Vladimir Putin, que está por entrar en su 12da semana.
“Ayudar a Ucrania no es un simple acto de filantropía”, declaró McConnell. “Es algo que afecta la seguridad nacional y los intereses vitales de Estados Unidos. No debemos permitir que la agresión flagrante de Rusia prospere y debemos dejar claro que tendrá costos significativos”, agregó.