El precio de los alimentos registró una leve baja en mayo gracias al pequeño descenso de los precios de lácteos y de los aceites vegetales. Pero, respecto a 2021, aún son un 22.8 por ciento más caros, debido a la guerra entre Ucrania y Rusia, así lo detalla el reporte para los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En estimaciones separadas sobre la oferta y la demanda de cereales, la FAO proyecta que la producción mundial de cereales disminuya en la temporada 2022 -2023 por primera vez en cuatro años, reduciéndose en 16 millones de toneladas desde los niveles récord de 2021 hasta 2 mil 784 millones de toneladas, esto se debe a que India prohibió las exportaciones de trigo, así como por la reducción de las perspectivas de producción en Ucrania tras la invasión rusa.
Tras 100 días de guerra que ha desestabilizado a mercados y cadenas de suministro en todo el mundo, FAO resalta que el índice de precios de los cereales volvió a subir un 2.2 por ciento, especialmente el valor del trigo, que avanzó un 5.6 por ciento respecto a abril, los únicos cereales que no subieron de precio fueron los cereales secundarios y el maíz gracias a las buenas cosechas en Estados Unidos y el comienzo de la principal cosecha de maíz en Brasil.
Por su parte, el precio de la carne volvió a establecer un nuevo récord en mayo, tras aumentar un 0,6 por ciento debido a los continuos casos de gripe aviar, el aumento de la demanda en Europa y Oriente Medio. Por lo que se insta a los países a estar preparados ante un impacto en la seguridad alimentaria de las poblaciones.
Con información de Daniel Collín