Un inusual elefante blanco, considerado en los países de mayoría budista como una señal de buenos augurios, nació semanas atrás en el oeste de Myanmar (exBirmania), informó un medio estatal.
Al nacer, el elefante pesaba casi 80 kg y medía unos 70 cm de altura.
El animal, que nació el 23 de julio en el estado de Rakáin, cumple con siete de las ocho características asociadas a los elefantes albinos, entre ellas “ojos de color perla”, “pelaje blanco” y “una cola característica”.
Su madre, de 33 años y llamada Zar Nan Hla, pertenece a una empresa pública de madera.
Las imágenes difundidas por la cadena estatal muestran al elefante, que todavía no tiene nombre, jugando en el agua con su madre.
Según el medio estatal, existen seis ejemplares en cautiverio en Naipyidó, la capital, la mayoría procedentes del estado de Rakáin y de la región de Ayeyarwady (sur).
Características
Según los expertos, los elefantes blancos constan de ocho características únicas: ojos de color perla, espalda en forma de rama de plátano, pelo blanco, una cola distintiva. Así como signos de trama auspiciosos en la piel, piel suave de color marrón rojizo, cada miembro tiene cinco garras y orejas grandes.
El pequeño elefante cumple con siete de las ocho características asociadas a los elefantes albinos. Tiene ojos de color perla, espalda en forma de rama de plátano, pelo blanco, una cola distintiva.
Así como signos auspiciosos de la trama en la piel, piel de color marrón rojizo o rosado, cinco garras en las patas delanteras y cuatro en las patas traseras y orejas grandes.
Poco comunes
De los nueve elefantes blancos anteriores, solo uno cumple siete características únicas y los ocho restantes solo cumplen con seis. El nuevo elefante blanco vive felizmente con su madre.
Los elefantes blancos, muy poco comunes, son considerados como un símbolo de buena suerte en algunas culturas budistas del sudeste asiático, que las asocian con la realeza.