Personas que transitaban sobre el kilómetro 13 de la Ruta al Pacífico, se percataron que a la orilla de la carretera se encontraba el cadáver de una persona envuelta en plástico de color negro, por lo que dieron aviso a la Policía Nacional Civil (PNC) y cuerpos de socorro.
Al lugar se hicieron presente técnicos en urgencias médicas de Bomberos Municipales para verificar la información, constatando que era verídica por lo que dieron aviso a las autoridades correspondientes.
Curiosos en el lugar aseguran que sujetos desconocidos a bordo de un vehículo se orillaron y lanzaron el cuerpo para posteriormente darse a la fuga. A un costado del cuerpo se encuentran las marcas de neumáticos.
Hasta el momento se desconoce se desconoce la identidad de la víctima, solo se ve que se trata de un hombre que se encuentra atado de pies y manos, el cual será trasladado a la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), como “XX” donde médicos forenses le realizarán la necropsia para determinar la causa de la muerte y tratar de identificarlo.
El Ministerio Público (MP) se encuentra tras la pista por los macabros hallazgos que se han registrado en lo que va de 2022. Se trata de la localización de restos humanos con un mismo patrón, envueltos plástico o sabanas en distintos puntos de la ciudad y sus alrededores.
Mensaje de mutilación o descuartización de cadáveres
Según analistas en criminología y expertos forenses, el descuartizamiento de cuerpos es una práctica criminal que se ha convertido en un flagelo en la sociedad, especialmente en Guatemala.
Estas acciones están inmersas en un contexto de crímenes atroces y delincuencia organizada que la utilizan con múltiples objetivos que al unirse llevan a tratos crueles e inhumanos, mensajes sanguinarios y su principal objetivo de infundir terror en la comunidad como manera extrema de coacción.
También señalan que estas prácticas son utilizadas comúnmente por estructuras criminales denominadas pandillas, aunque también son practicadas eventualmente por otros grupos que aprovechan la coyuntura de terror para cometer sus crímenes.