Los bosques de montaña están desapareciendo a velocidad alarmante.
Se necesita una mayor gestión forestal, incluida una aplicación más estricta de leyes y reglamentos para evitar que los bosques desaparezcan.

La tala, los incendios forestales y la agricultura están provocando que los bosques de montaña, hábitat del 85% de las aves, mamíferos y anfibios del mundo, desaparezcan a un ritmo alarmante, según un estudio.
Los bosques de montaña cubrían 1.100 millones de hectáreas en todo el planeta en 2000. Pero al menos 78,1 millones de hectáreas han desaparecido entre 2000 y 2018.
La tala comercial de árboles, los incendios forestales, y la agricultura de productos básicos han sido los principales factores de estas pérdidas, afirmaron los investigadores, pertenecientes a la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de China y a la Universidad británica de Leeds.
Un aspecto de especial preocupación es el alto volumen de pérdidas de bosques en áreas montañosas, “puntos críticos de biodiversidad tropical” por ser refugio de especies raras y en peligro de extinción.
Las elevaciones de gran altura y las pendientes empinadas han sido un obstáculo tradicional para la explotación humana de los bosques de montaña, pero son cada vez más el objetivo de la tala.
La silvicultura comercial fue responsable del 42% de la pérdida de bosques de montaña, seguida de los incendios forestales (29%), la agricultura itinerante (15%) y la agricultura de productos básicos permanentes o semipermanentes (10%), según el estudio.
“Un impacto enorme”
La agricultura de productos básicos fue a su vez uno de los principales impulsores de la pérdida de bosques de montaña en el sudeste asiático, según la investigación.
“La gente necesita tener más tierra para cultivar maíz y alimentar a sus pollos”, ejemplificó Zeng.
La agricultura itinerante es preeminente en África tropical y América del Sur.
Pero fue en Asia donde se registró la mayor cantidad de pérdidas de bosques: 39,8 millones de hectáreas, más de la mitad del total mundial, de acuerdo con datos obtenidos por observación satelital durante el período considerado.
Sudamérica, África, Europa y Australia también sufrieron pérdidas significativas.