Autoridades de Estados Unidos y de México acordaron nuevas políticas migratorias diseñadas para detener los cruces ilegales de frontera y abrir otras vías para el esperado incremento de migrantes que intentan hacer el viaje tras el final de las restricciones de la pandemia la próxima semana.
La asesora de Seguridad Nacional Liz Sherwood-Randall se reunió con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y otros funcionarios de alto rango, hasta concretar un plan de cinco puntos, según comunicados de los dos países.
Detalles del acuerdo
Según el acuerdo, México seguirá aceptando migrantes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua que sean rechazados en la frontera y hasta 100,000 personas de Honduras, Guatemala y El Salvador que tengan familia en Estados Unidos podrán optar a vivir y trabajar allí.
Pese a compartir una frontera de 1 mil 951 millas (más de 3 mil 100 kilómetros) con Estados Unidos, México era una ausencia notable en la presentación la semana pasada de un nuevo paquete de medidas que incluía habilitar lugares fuera de Estados Unidos a los que podrían ir los migrantes para solicitar permiso para instalarse legalmente en Estados Unidos, España o Canadá. Los primeros centros abrirían en Guatemala y Colombia.
Restricciones
Las restricciones de covid-19 han permitido a las autoridades estadounidenses rechazar a decenas de miles de migrantes que cruzan la frontera sur, pero esas restricciones se levantarán el 11 de mayo y los funcionarios fronterizos se preparan para una oleada de personas. Incluso con las restricciones, el gobierno ha registrado cifras récord de personas que cruzaban la frontera y el presidente, Joe Biden, ha respondido persiguiendo a los que cruzan de forma ilegal y creando nuevas vías que pretenden servir de alternativa a un viaje peligroso y a menudo mortal.
Control sobre la frontera sur
El apoyo de México resulta crucial para que Estados Unidos mantenga el control sobre la frontera sur, especialmente en un momento en el que personas de lugares tan lejanos como Haití hacen el camino a pie a través de México y es difícil devolverlos a sus países de origen.
Ahora que México se ha sumado al plan, y tras el anuncio el martes de que 1 mil 500 tropas en activo de Estados Unidos se desplegarán en el sur para prestar apoyo administrativo, entre otras medidas, las autoridades fronterizas creen que podrán gestionar la sobrecarga y otros posibles problemas que puedan surgir cuando terminen las restricciones asociadas a Covid-19.