La Casa del Migrante cerró sus puertas, tras declararse el estado de calamidad pública por la presencia del coronavirus Covid-19 en el país, pero mantiene en resguardo a unas 30 personas que estaban en el centro al momento de establecerse la medida.
Mauro Verzeletti, director de esa entidad, indicó que por prevención no se está permitiendo el ingreso de ninguna persona en esas instalaciones, pues se debe garantizar la protección del grupo que se encuentran en el interior desde hace varias semanas.
Los empleados del lugar están realizando teletrabajo y son los mismos migrantes resguardados quienes realizan las actividades de limpieza y cocina, dijo el entrevistado.
Añadió que entre las reglas establecidas para estas personas figura que ninguna puede salir a la calle, y que si estas decidieran hacerlo ya no se les permitiría regresar, al menos mientras dure la emergencia.
Otra de las medidas adoptadas fue acomodar a los albergados a una distancia prudencial entre sí.